Se dio marcha atrás con el nuevo torneo

Mauro Spinassi

En la tarde de hoy, sorpresivamente la Asociación del Fútbol Argentino dio a conocer un comunicado en su página oficial, en el cuál se anunciaba que el nuevo sistema para la realización del Campeonato Argentino, donde se fusionaban la Primera División con la Segunda, quedaba suspendido. De esta forma, River deberá pelear por el ascenso en la cancha, e intentar conseguir el retorno a la máxima categoría como cualquiera de los otros equipos en los últimos años.

La medida de la implementación del "Torneo Federal" tuvo un marco político, que superó al fútbol, correspondiendo al contexto nacional, ya que Cristina Fernández de Kirchner aparecía en un rol protagónico en cuanto a la intención de realización del proyecto. Claro que la masividad de las críticas cayó sobre Julio Grondona, pero en éste caso y como señaló Nicolás Russo (presidente de Lanús), un día después de la votación que aprobó el tratamiento, no era el presidente de la AFA la verdadera cabeza de esta idea.

Sin embargo, el descontento popular provocó que se debiera cancelar la concreción del tan innovador como descabellado sistema de 38 equipos en la "A".  De todas formas, en el comunicado oficial se detallan varios motivos por los cuales se tomó esta decisión final, aunque el descontento de la gente fue el hecho principal.

Ahora, y tal como lo pretendía el hincha, River tendrá que hacer una buena campaña en el próximo torneo de la "B" Nacional, para retornar a Primera. Deberá hacer pesar no sólo su historia, sino también el nivel de sus jugadores, tanto los que ya estaban, como los refuerzos. En este sentido, algunos equipos de ambas divisiones se ven perjudicados, ya que al tener el ascenso o el no descenso, según corresponda, en un principio asegurados menospreciaron el último mercado de pases. No es el caso del conjunto millonario, quién contrató jugadores de nivel y trayectoría como Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez, o figuras de los últimos torneos como Carlos Sánchez. El entrenador, Matías Almeyda había declarado que al club no le cambiaba nada si se modificaba el sistema de ascensos, ya que el objetivo seguía siendo el mismo: consagrarse campeón. Y es sumamente positivo que no haya habido una sobreconfianza tanto en la mentalidad del plantel, como en el accionar dirigencial.

De esta manera, sin haberse abandonado nunca, se vuelve al sistema conocido, como si nada hubiera pasado. Pero lo cierto es que el manto de desprolijidad con el que se manejo el asunto es innegable.